Hace algunos años soñaba con construir una casa nueva junto a mi esposo, pero por cosas de la vida, ese sueño aún no se ha dado. Y quizás te preguntés: "¿Cómo alguien que diseña espacios aún no ha construido el suyo ideal?"

La respuesta está en el camino que recorrí. Fue durante una etapa de transformación personal cuando entendí que los espacios que habitamos reflejan cómo estamos por dentro. Mi diagnóstico de ansiedad fue el punto de partida para reconectar conmigo misma, y una certificación para ser profesora de yoga me enseñó a alinear mi espacio interior con los que habito.

Entre más me conozco, más claro tengo cómo deben ser los espacios que me rodean. No se trata de construir la casa perfecta, sino de crear un hogar que te haga sentir en calma, seguro y feliz, sin importar si es grande, pequeño, alquilado o propio.

En este proceso, descubrí el propósito de Atypical: ayudarte a observar tu mundo interior para diseñar espacios que se alineen con quién sos y con la vida que querés vivir. Porque al final, no es el espacio físico lo que nos hace felices, sino lo que construimos desde adentro.

UN POCO DE MI HISTORIA

Es importante tomar en cuenta que los espacios cada vez toman más relevancia y su implicación en las emociones y bienestar de las personas es sin lugar a dudas una de las tareas que más me ha llamado la atención, sobre todo porque a nivel personal sufrí una transformación cuando empecé a implementar técnicas para cambiar mis espacios y no de forma radical, es decir, no remodelé mi casa por completo, ni construí una nueva, sino que trabajé mi mentalidad antes de construir el hogar que siempre he soñado. 

En este camino de expansión y transformación es dónde defino el propósito de Atypical: ayudarte a observar el mundo que llevas dentro, para diseñar a conciencia espacios que te permitan habitar la vida que te emociona vivir.

¿Qué CAMBIÓ MI VIDA?